En horas de la mañana de hoy la Seguridad del Estado cubano prohibió el acceso del encargado de Negocios de la Embajada de los EEUU en Cuba, Timothy Zúñiga-Brown, a la sede del Movimiento San Isidro (MSI).
Zúñiga- Brown tenía la intención de llegar hasta el lugar, preocupado por el estado de salud de las siete personas en huelga. Así mismo, a dos miembros de una congregación religiosa se les impidió acceder a la casa, ubicada en Damas 955, entre San Isidro y Avenida del Puerto.
Al menos una de las monjas pertenece a la Congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.
“No dejan entrar a la iglesia, no dejan entrar a los diplomáticos, es decir, ellos no quieren mediación, ellos no quieren negociar», expresó Anamely Ramos, en una directa en vivo desde la sede.
En el día de ayer 22 de noviembre se entregó una carta al Cardenal de Cuba, Juan García Rodríguez, donde se solicitó la intercepción de la iglesia. La carta fue publicada por Ramos en su perfil de Facebook, luego del último ataque violento ocurrido en la medianoche del pasado sábado.
Embajada de EEUU pide que los diplomáticos tengan acceso a sede del Movimiento San Isidro
Diplomáticos estadounidenses exigieron al régimen cubano «acceso sin restricciones» de quienes desean comprobar el estado de los activistas acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro, ubicada en La Habana Vieja.
“Espero que la comunidad internacional tenga acceso sin restricciones para comprobar la situación de los activistas del MSI”, declaró el encargado de negocios de la embajada de EEUU, Timothy Zúñiga-Brown.
Por otra parte, el MSI declaró este 23 de noviembre en conferencia de prensa que realizará acciones legales contra el gobierno, aunque no especificó ante qué organismos ni qué tipo de iniciativas.
Los 14 recluidos en la sede del MSI permanecen cercados desde hace varios días, algunos de ellos en huelga de hambre y sed. Todo ellos se concentraron el lunes en la vivienda para protestar por la condena a Solís, a quien un tribunal de La Habana consideró culpable de “desacato” en un irregular proceso, por haber insultado a un policía que irrumpió ilegalmente en su casa.
Anamely Ramos aseguró que llevarán la huelga de hambre hasta las últimas consecuencias si el Gobierno cubano no revoca la condena a Solís. Los activistas concentrados en la Habana Vieja cuentan con la solidaridad de otros movimientos opositores locales, varios políticos estadounidenses y organizaciones como Amnistía Internacional o Cuban Prisoners Defenders, y otros grupos de la sociedad civil cubana.
(ADN Cuba)
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