La Corte Suprema de Estados Unidos anuló el fallo del caso Roe vs. Wade, la resolución histórica que en 1973 legalizó el derecho al aborto en todo el país.
La decisión en el caso impulsado por el estado de Mississippi, conocido como Dobbson vs. Jackson, contó con 5 votos a favor, 4 de ellos varones. Sólo 3 juezas se opusieron a desconocer la IVE como derecho constitucional “con pena, por esta Corte, pero todavía más por los millones de mujeres norteamericanas que hoy perdieron una protección constitucional fundamental”, advirtieron.
De acuerdo con el voto mayoritario, la autoridad para regular el acceso al aborto es política y no judicial, por lo que es potestad del Congreso. Otro de los votos conservadores, además, advierte que el máximo tribunal debería también reconsiderar los fallos que garantizan -hasta ahora- el acceso a la anticoncepción y protegen los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Además de revocar la sentencia del caso vigente hace 49 años, también anuló la resolución de Planned Parenthood vs. Casey, de 1992, que ratificó la protección del aborto, pero dio lugar a los estados de implementar regulaciones al proceso. Alito dijo que ese fallo “perpetuó” los errores.
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“Roe y Casey, lejos de lograr un acuerdo nacional sobre el tema del aborto, inflamaron el debate y profundizaron la división”, machacó Alito.
Por su parte, los tres jueces progresistas siguieron con la lógica y votaron en contra de la decisión del tribunal. En una opinión conjunta, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan se lamentaron “sobre todo por los millones de mujeres que han perdido hoy un derecho fundamental constitucional”.
La Corte Suprema profundizó su rumbo hacia la derecha durante la Administración del republicano Donald Trump. El expresidente prometió en su campaña de 2016 que nombraría jueces para ir contra Roe.
En su periodo elevó a tres magistrados conservadores, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, quienes otorgaron una mayoría de 6-3 sobre los liberales.
El derecho al aborto en Estados Unidos bajo amenaza
En la vereda opuesta, más de una docena de estados liberales ya cuentan con legislaciones que respaldan la interrupción del embarazo.
Una importante cantidad de mujeres -más de 30 millones- tendrán reducidas opciones a partir del fallo de hoy. Podrán desplazarse hacia un territorio donde se considere legal, comprar píldoras abortivas –que seguramente entren en la ‘lista roja’ de aquellos lugares que rechacen el aborto- o efectuarlo de manera clandestina, método peligroso y que atenta contra la vida del feto y la gestante.
‘Roe versus Wade’, el histórico fallo que protegió al aborto
La sentencia del emblemático caso de 1973 fue el garante para preservar a la interrupción del embarazo como una legitimación constitucional. La misma reconoció que el derecho a la privacidad personal que marca la Constitución de los Estados Unidos incluía la capacidad de la mujer de discontinuar la gestación.
En 1992 se llevó a cabo el litigio conocido como ‘Planned Parenthood versus Casey”, el cual sirvió para ratificar al aborto, aunque no de forma total, sino que daba lugar a que los estados pudiesen instaurar regulaciones al proceso, siempre y cuando no lo restringiera.
A partir de esta posibilidad, las jurisdicciones conservadoras promulgaron leyes para recortar parcialmente el derecho, una práctica que se hizo más frecuente en los últimos años.
Anteriormente al expediente de Roe, una gran cantidad de estados penaba la práctica del aborto o, de mínima, la tildaba como ilegal. Desde su promulgación, anular la sentencia del caso fue objetivo de funcionarios y conservadores religiosos.
Agencias