Las dos grandes expectativas del chavismo, con el cambio de mando en EEUU, no se cumplirán. De entrada, según analistas consultados por DIARIO DE CUBA, no se espera una modificación significativa de lo que ha sido la política implementada por Donald Trump, ahora que la Casa Blanca tiene como inquilino a Joe Biden.
Para el chavismo fue una buena noticia la derrota electoral de Trump, quien entre 2019 y 2020 había mantenido la política de «máxima presión» sobre el régimen de Nicolás Maduro. Esto se tradujo en numerosas sanciones individuales y financieras para la petrolera estatal PDVSA, un discurso amenazante y el respaldo sin ambages de Juan Guaidó como la figura que debería encabezar la transición democrática en Venezuela.
La llegada de Biden a la presidencia abre la posibilidad de que se construya una posición común entre EEUU y la Unión Europea (UE), para buscar una salida democrática y pacífica a la crisis venezolana. Así lo ratificó este 19 de enero el alto comisario de Política Exterior de la UE, el español Josep Borrell.
La UE, recordó Borrell, no reconoce la legitimidad de las elecciones legislativas del 6 de diciembre pasado, hechas a la medida para que el chavismo tomara el control del Parlamento y desplazara a Guaidó de lo que era hasta ese momento el único poder legítimo en Venezuela, a los ojos de la comunidad internacional.
Sin embargo, los países europeos deshojan la margarita en torno a cómo considerar a Guaidó. El chavismo tuvo una derrota diplomática en vísperas de la toma de posesión de Biden, ya que el nuevo secretario de Estado, Anthony Blinken, en una audiencia ante el Senado ratificó que Washington seguirá considerando a Guaidó «presidente interino», tal como lo decidió Trump en enero de 2019.
La segunda expectativa no satisfecha para el chavismo es que Blinken indicó que Washington no levantará la política de sanciones, aunque matizó asegurando que se manejarán de manera inteligente.