El desembarco de Machurucuto de 1967 fue un breve intento de invadir Venezuela llevado a cabo por espías comunistas de la guerrilla entrenada en Cuba durante el gobierno de Fidel Castro. El equipo de guerrilleros estaba conformado por venezolanos y cubanos. La operación fue frustrada luego de ua afrontamiento con las fuerzas militares venezolanas.
La operación parecía marchar de acuerdo con lo previsto al tocar tierra en las costas de Venezuela tras haber zarpado seis días antes, el 2 de mayo de 1967, de Santiago de Cuba adonde había acudido el mismísimo Fidel Castro a despedir a los guerrilleros que querían tomar el cielo por asalto en el entonces rico país petrolero.
Héctor Pérez Marcano uno de los miembros de esta operación concedió en 2019 una entrevista a la BBC Mundo donde relató parte de los hechos. Según el protagonista «Fidel pasó toda la noche anterior con ellos, dando las últimas instrucciones, chequeando todos los materiales, trasmitiéndonos algunas de sus experiencias en la lucha guerrillera en Cuba. Estuvo supervisando hasta el último minuto y nos acompañó hasta el barco a las 6 de la mañana, que fue cuando zarpamos», La expedición tenía como objetivo reforzar un frente guerrillero que operaba en el Cerro «El Bachiller», ubicado en una zona montañosa unos 160 kilómetros al este de la capital venezolana, pero terminaría por causar una de las peores crisis en las relaciones entre Caracas y La Habana.
Un año antes de la invasión por Machurucuto, el castrismo patrocinó, bajo la dirección de Luben Petkoff, al frente de unas 40 personas, entre ellas, catorce individuos de nacionalidad cubana, el fusilado general Arnaldo Ochoa Sánchez y el también general Leopoldo Cintas Frías, un desembarco por la playa de Tucacas, estado de Falcón, Castro le prestó tanta importancia a esta expedición que personalmente despidió a los invasores.

El ocho de mayo de 1967, un pesquero cubano de nombre “Sierra” llevó hasta las proximidades de Machurucuto y Boca de Uchire, estado de Miranda, una fuerza invasora integrada por cuatro cubanos y nueve venezolanos, entre ellos Américo Silva y Héctor Pérez Marcano quien refiere que estaban armados de AK-47, que cada uno portaba 10,000 dólares para entregárselo a la dirección del MIR y otros diez mil bolívares que eran para uso en la guerrilla, dice que la implicación de Fidel Castro fue muy personal “En la mañana, a las seis, nos acompañó hasta el barco y nos entregó a cada uno un reloj Rolex submarino y nos dijo que era el mejor del mundo para un guerrillero porque soportaba todo tipo de clima. Incluso le entregó a Moisés Moleiro un reloj Rolex para Américo Martín”. Según relata el periodista Pedro Corzo en uno de sus artículos.
Otro de los protagonistas, fue el venezolano Soto Rojas, conocido como «Comandante Ramiro» actualmente es Diputado a la Asamblea Nacional de ese país, relató en su momento la gestación del frustrado intento de subvertir el orden legal de esa nación. Para el ex guerrillero, la llegada de Rómulo Betancourt al poder, el movimiento estudiantil, la separación de AD a ADI y por último el MIR, la posición del PCV, el comienzo de la guerrilla urbana (Porteñazo, Carupanazo), los distintos frentes guerrilleros (el Bachiller, Falcón) la influencia del gobierno cubano en la Revolución financiera y militarmente (la invasión de Machurucuto) y por último la pacificación.
Demetrio Boersner, quien fuera Asesor Político de la Cancillería venezolana en 1967 recordó, años después, los hechos de la siguiente manera:
La mañana del viernes 12 de mayo de 1967, me llamó con urgencia el canciller venezolano, doctor Ignacio Iribarren Borges, y me pidió acudir a su despacho con la mayor prisa. Yo era, en esa época, su asesor político personal y además disfrutaba de la confianza del presidente Leoni. Me enteré de que, en la noche del miércoles 10 al jueves 11 de mayo, nuestro Ejército había capturado a dos miembros activos de las fuerzas armadas cubanas en el acto de desembarcar a guerrilleros venezolanos entrenados en Cuba, en la playa de Machurucuto, frente al extremo oriental de la Laguna de Tacarigua. Otro militar cubano había muerto durante la operación. Los cubanos capturados -primer teniente Manuel Gil Castellanos y miliciano Pedro Cabrera Torres- habían sido interrogados por el SIFA (hoy en día denominado DIM) y habían firmado confesiones que serían dadas a conocer a la prensa. Yo debía encargarme del manejo diplomático del asunto, y trabajar en coordinación con el ministro del Interior, Reinaldo Leandro Mora, el ministro de la Defensa, general Ramón Florencio Gómez, y el general Martín Márquez Añez.
El día lunes 15 de mayo, acompañé al canciller a una reunión en la que participaron, además del presidente Raúl Leoni, los señores Leandro Mora, Iribarren Borges, Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Jóvito Villalba, Jaime Lusinchi, Manuel Mantilla, Pedro París Montesinos, Raúl Nass, David Morales Bello, general Ramón F. Gómez, general Márquez Añez y otros. Todos los participantes -incluidos los doctores Jóvito Villalba y Luis Beltrán Prieto- estuvieron acordes en denunciar a Cuba ante la comunidad internacional, por intervención o agresión militar contra Venezuela. En cambio hubo matices con respecto a la forma de proceder y el alcance de nuestra denuncia. Al final se acordó por consenso: solicitar una reunión de consulta de la OEA sobre la base de los artículos 39 y 40 de su Carta, absteniéndonos de invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Igualmente se decidió hacer llegar la denuncia, a título informativo, a las Naciones Unidas.
A propósito de ese proceder moderado, me dijo el general Márquez Añez con preocupación, en conversación privada: «Los generales comprendemos que los medios de acción diplomáticos son limitados. Pero en alguna forma deben ustedes demostrar que se está defendiendo lo que el poeta llama el sagrado suelo de la patria. Así lo siente el pueblo. Y hay subalternos nuestros que no tolerarían que sus superiores, responsables de la defensa nacional, tuviesen una actitud pasiva.
Dirán: ‘¿Para qué sirven entonces estos generales?'» La OEA envió a Venezuela una comisión investigadora que durante los días 24 y 25 de junio realizó inspecciones imprevistas, y recibió de mis manos un informe y planteamiento general que redacté a su solicitud. Ese documento sirvió de base para que una reunión de cancilleres de la OEA, posteriormente, condenara la injerencia cubana en Venezuela.
DEMETRIO BOERSNER 1933-2016

Cronología de los hechos:
Primera Etapa: Durante el año de 1962, la primera experiencia de guerrillera en «El Bachiller» termina con un profundo fracaso, al ser destruida la guerrilla (en embrión), con la captura de sus integrantes por un grupo de campesinos provistos de machetes y escopetas.
A estos les era extraña la presencia de hombres armados en la región. Durante ese período, la base social existente se refería exclusivamente a pocos puntos de apoyo, contando con algunos campesinos de la zona. Estos puntos de apoyo no configuraban realmente una base social, sino más bien la ayuda de algunos miembros del MIR y del PCV en sus departamentos agrarios.
Este embrión estuvo conformado por Sales (a) El Coco Silba, Abdel Mazza (a) El Comisario, Trino Barrios (a) Comandante Sánchez, Víctor Soto Rojas (Sociólogo) (a) Tito, José Ramón Ortega (a) El Águila, Heriberto Cartagena (a) Malpica, Carabaño (Sociólogo) Rolando Pettit Atencio y Olga Esther Añez ( Sociólogo).
Segunda Etapa: Durante el año de 1963 en la zona de Corozal (El Bachiller) en la vía Guapo-Cúpira, sobre la base social que logra organizar el Partido Comunista bajo la dirección de Trino Barrios, el MIR organiza una Escuela Guerrillera que llega a contar con 40 efectivos y 20 campesinos colaboradores. Nace allí la segunda etapa y culmina en Julio de 1964 con la muerte de la mayor parte de sus miembros.
Tercera Etapa: Comienza en Agosto de 1964 con la estructuración de un nuevo Estado Mayor Guerrillero dirigido por el (a) Comandante Bejuma, del cual son pilares los Comandantes Ulises Ramírez y (a) Manuel. Esta etapa es básica, durante ese período finalizó la concepción de la escuela guerrillera y se dio paso a la concepción del frente guerrillero. Esta etapa culmina con la división del Distrito 12 al negarse a aceptar la lucha rural como forma central de una estrategia de poder.
La repercusión de esto produce en las montañas de El Bachiller, la exclusión de Américo Martín, y la salida hacia Cuba de los comandantes (a) Bejuma, Fernando Soto Rojas (a) Ramírez, (a) Olga y otros y finalmente la estructuración de una nueva Comandancia Guerrillera.
Cuarta Etapa: Las Fuerzas Guerrilleras del MIR se reagrupan en El Bachiller bajo el mando de Américo Martín y Félix Leonet Canales. Se introducen comunicaciones radiales y puede considerarse como la época floreciente de los grupos bandoleros. Esta etapa culmina con la caída de Américo Martín (a) Comandante Juan Conde y Félix Leonet Canales (a) Comandante Manuel, apresados en La Guaira en Abril de 1967, después que éstos habían bajado a la ciudad de Caracas para hacer algunos contactos y haber seguido al vecino país de Colombia, donde Jorge Irruniaga les había conseguido pasaportes diplomáticos.
Quinta Etapa: Bajo la dirección de Fernando Soto Rojas (alias) Comandante Ramírez y efectuado el desembarco de Machurucuto en mayo de 1967, se inicia esta quinta y última etapa del Frente Guerrillero. Se caracteriza porque en él se anteponen -no sin alguna violencia- dos teorías acerca de la Concepción de la Guerra: el Debraismo Pro-Cubano y el Maoismo Chino, esta última sustentada por el MIR en cuanto al carácter prolongado de la Guerra. Este enfrentamiento neutraliza todas las actividades armadas, culminando después de casi dos años en el total desmantelamiento del frente y el reagrupamiento de sus efectivos alrededor del Frente Antonio José de Sucre, en agosto de 1968.
(Con información de BBC Mundo, Radio y TV Martí)