“Yo quiero mucho al pueblo cubano, lo quiero mucho y tuve buenas relaciones humanas con gente cubana. Y también, lo confieso, con Raúl Castro tengo una relación humana”, declaró el papa Francisco en su primera entrevista tras volver a la actividad tras sufrir limitaciones físicas debido a una dolencia que afecta una de sus rodillas.
Al habla con la cadena estadounidense Univisión, el sumo pontífice aseguró que no pensó en renunciar, pese a que se rumoró que sus problemas de salud lo obligarían a dejar el cargo al frente de la Iglesia Católica.
También cuestionó a quienes lo tildan de comunista y dijo que esos calificativos parten de “medios de comunicación ideologizados”.
Sobre su relación con Castro, admitió estar muy complacido por haber mediado en el acercamiento entre Washington y La Habana durante la Administración de Barack Obama.
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“Me quedé contento cuando se logró ese pequeño acuerdo con Estados Unidos. El presidente Obama lo quiso en su momento y Raúl Castro lo aceptó. Fue un buen paso adelante, pero que se detuvo ahora. En este momento se están haciendo no sé si tratativas, pero diálogos de sondeo, para acortar distancias”, comentó.
“Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande, yo me siento muy cercano, incluso a los obispos cubanos”, especificó luego.
Sobre su presunta simpatía por la ideología comunista, aseguró: “Ciertos grupos de medios de comunicación muy ideologizados, que se dedican a ideologizar la postura de los otros, a veces no saben distinguir el comunismo del nazismo, de lo que es el populismo, de lo que es un popularismo. Así que cuando me acusan de comunismo, digo: ‘Qué trasnochado que está esto'”.
“Esas acusaciones ya pasaron, las veo como trasnochadas, no me preocupan, nacen de pequeños grupos ideologizados”, subrayó.
Francisco admitió que pensó en su momento que su pontificado iba a ser breve, solo para poner en marcha aquello que se había conversado en las reuniones pre-cónclave, pero que “no se dio cuenta” y ya pasaron más de nueve años como papa, función para la que fue elegido el 13 de marzo de 2013.
Según él, ante esa situación decidió “tomar las cosas con naturalidad” al asumir sus funciones frente al Vaticano.
“Siempre me vino a la mente que el pastor, el cura, tiene que ser como el arquero: que ataja las pelotas de donde se la tiran. Me tiraron esto, es decir, eso es con naturalidad. La vida a veces nos batea en situaciones difíciles, dolorosas, comprometidas; y, a veces, con cosas muy satisfactorias. Eso lo vi desde el principio: hacerlo mas natural. A mí me ayuda siempre eso”, indicó el máximo representante de la Iglesia Católica.
Francisco apuntó, sobre su relación con su predecesor y papa emérito, Benedicto XVI, quien renunció al cargo, que le gustaría que ese “ejemplo tan grande” que dio el alemán lo ayude si él se da cuenta que no puede seguir en la función, si “hace daño” o si es “un estorbo”.