La izquierda accederá por primera vez a la Presidencia de Colombia luego del triunfo obtenido este domingo en la segunda vuelta electoral por el exguerrillero y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, de la coalición Pacto Histórico. Con el 99,25 % de las mesas informadas, Petro obtenía 11.115.965 votos, equivalentes al 50,47 %, mientras que su rival, el populista independiente Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, alcanzaba 10.391.504 votos (el 47,27 %).
Colombia tendrá un presidente de izquierda por primera vez.
Gustavo Petro, un exrebelde y senador veterano que ha prometido transformar el sistema económico del país, ganó las elecciones del domingo, según los resultados preliminares, poniendo al tercer país más poblado de América Latina en un camino radicalmente nuevo.
Petro recibió más del 50 por ciento de los votos, con más del 99 por ciento de las mesas informadas. Su oponente, Rodolfo Hernández, un magnate de la construcción convertido en estrella de las redes sociales que había entusiasmado al país con una plataforma que proponía arrasar con la corrupción, obtuvo alrededor del 47 por ciento.
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Poco después de la votación, Hernández concedió la victoria a Petro.
“Colombianos, hoy la mayoría de ciudadanos que votaron, lo han hecho escogiendo al otro candidato”, dijo a sus simpatizantes en Bucaramanga. “Como lo expresé reiteradamente, acepto el resultado”.
Un poco más del 58 por ciento de los 39 millones de votantes de Colombia acudieron a votar, según cifras oficiales.
La victoria de Petro refleja el descontento generalizado en Colombia, un país de 50 millones de habitantes, frente a un aumento de la pobreza y la desigualdad y una amplia insatisfacción por la falta de oportunidades, cuestiones que llevaron a cientos de miles de personas a manifestarse en las calles el año pasado.
“El país entero está pidiendo un cambio”, dijo Fernando Posada, politólogo colombiano, “y eso es clarísimo”.
La victoria es aún más significativa debido a la historia del país. Durante décadas, el gobierno luchó contra la brutal insurgencia izquierdista conocida como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, y el estigma del conflicto dificultó el florecimiento de una izquierda legítima.
En la primera vuelta Petro ya fue el más votado con 8,5 millones de apoyos, una cifra ya histórica para un candidato de izquierda, y este domingo logró otro hito: sumó más de 11,2 millones de apoyos, favorecido por la mayor participación desde las elecciones de 1998.
En 2018 perdió ante Duque con ocho millones por los más de diez de su rival.
Petro ha sabido lee el descontento social de un país que estalló en protestas y que salió de la pandemia más consciente de la tremenda desigualdad del país, una de las mayores del mundo, y con deseos de cambio tras décadas gobernado por lo que Petro llamó “los mismos de siempre”.
Petro no sólo es el primer presidente de izquierda del país, sino ser el primer presidente costeño, y de la mano de la primera vicepresidenta negra, Francia Márquez, quiere reflejar el país multicultural que es Colombia.
Su rival fue Rodolfo Hernández, de 77 años, un político independiente y sin partido que renegó de los políticos, un empresario que quería llevar las lógicas de las compañías al Estado, un adalid contra la corrupción que el 21 de julio encara un juicio, precisamente, por corrupción.
“Acepto el resultado, como debe ser si queremos que nuestras instituciones sean firmes”, dijo Hernández en un video divulgado en sus redes sociales.
“Le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir el país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción y que no defraude a quienes confiaron en él”, agregó.